Nuevo fragmento de mi libro "Roots"

¡Hola mis BookLovers!

Hace unos días, subí un fragmento de lo que podría ser mi nuevo libro y... ¡aquí os traigo otro! Estoy decidida ha hacer esta saga de libros y bueno me gustaría saber que opináis al respecto. Aquí os dejo el nuevo fragmento titulado

El miedo en la esmeralda

Cuando salí disparada del agua, sabía que lo que había pasado allí no había sido casualidad. Mi cuerpo volvió a su forma original, haciendo desaparecer la cola de pez por mis piernas y me levanté rápidamente. El profesor Griffs y los demás vinieron corriendo hacia mí y empecé a caminar alejándome. No quería una reprimenda o castigo por haberme saltado los pasos de la prueba.

-¡Gea! – oí que gritaban mi nombre, pero les ignoré. No quería estar con nadie. Quería irme a mi habitación, sola, a escribir el maldito final del libro de Annie y Mike. Llevaba casi un año con ese libro y todavía no había escrito el maldito final.

Idiota  me dije a mi misma. Por pensar que podría hacerlo; que, al fin y al cabo, podría darle a mi padre una dinastía merecedora de nuestra familia. Que tendría un don genial, con el cuál dejarlos impresionados y decirles orgullosa “¿Pensabais que no tenía don? ¡Ja! Insensatos de poca fe…”

Pero, ¿realmente esto es lo que quería? ¿Encontrar el maldito don y casarme como todos, y seguir teniendo más monstruitos como nosotros? Eso no es lo que quería. Yo quería una vida normal, con una casa normal, y unas actividades físicas normales. No meterte bajo el agua de un lago (la cual estaba tan fría que te congelaba hasta el último de tus huesos) y luchar contra seres que ni los humanos han imaginado.

Todavía recuerdo la mirada del dragón marino sobre mí. Unos ojos tan verdes como la esmeralda y una boca tan grande que hasta Billy, un chico demasiado gordo de Tercer curso, habría cabido en ella. Negué con la cabeza para evitar ese pensamiento.

Vi como Alen apareció de la nada frente a mí con esa sonrisa de gilipollas en la cara. Intenté evitarle pero me cogió del brazo. Joder, que manos más grandes.

-Suéltame- le advertí con voz dura y tajante. Intenté soltarme, pero me apretó con más fuerza.

-El profesor quiere hablar contigo, ojazos – le fulminé con la mirada y con toda la rabia contenida durante demasiado tiempo, me solté de él y con un corto movimiento de mi brazo, lo lance por los aires hasta caer justo en medio del lago. Me caería bronca por esto, pero no me importaba. Lo único que quería era estar sola.

Y eché a correr colina arriba hacia la zona de residencias.                        

¿Que os parece? ¡Compartirlo y comentad por favor! ;)

Grace Hillock - Somos Book Lovers